Cómo desactivo los prejuicios del jefe más cuñao

Antes de darte la pista para neutralizar al clásico jefe cuñao, quiero hablar de un prejuicio bastante más peligroso: el que soportan las familias cuando dicen que su hijo tiene un problema de adicción.

“¿Dónde fallaste?”, “¿Es que no viste las señales?”, “¿Por qué no hiciste nada antes?”.

Si alguien dice (o piensa) esto, no busca ayudarte. Lo que pretende es aliviar su propia conciencia señalando tus dolores. Un clásico en nuestra sociedad: mejor señalo a mi vecino, así nadie me mirará a mí.

Lo peor de este comportamiento es que deja a un montón de familias viviendo en secreto algo que debiera ser colectivo.

¿Acaso no nos lubrican de alcohol desde que somos adolescentes? Ah, pero luego la ropa sucia debe lavarse en casa. Que no se vea, que no se note.

Lo más jodido de los prejuicios es que las personas que los sufren no pedirán nunca ayuda. ¿Sabes lo que implica mostrarte vulnerable cuando sabes que van a pensar que tu hijo se droga porque has sido un mal padre?

El brillo del cinismo colectivo me deslumbra. ¿Soy yo el ciego o lo son ellos?

Hablemos claro: la molécula de alcohol es más dañina para el cuerpo que muchas otras sustancias que esa gran masa considera tan “duras y peligrosas”. Echa un vistazo en Google a sus propiedades neurotóxicas y al impacto que tiene en muchos de nuestros órganos.

El alcohol es el Hannibal Lecter de las sustancias psicoactivas. Pero a todos nos gusta hacerle la ola.

Me parece bien, allá cada cual con sus gustos y debilidades. Pero no dejes que nadie diga que la adicción de tu familiar es por falta de voluntad o falta de atención por tu parte.

Esa es una visión obsoleta, cutre, de tarugo de feria.

La evidencia científica nos dice que es un trastorno complejo. Y es complejo porque el problema no es solo del adicto sino de cómo lo aborda la sociedad.

Aquí tienes una entrevista en la que desactivo un prejuicio tras otro.

Haz tuyas las frases y úsalas cuando alguien se atreva a juzgarte. O simplemente quédate con ellas y no pierdas el tiempo con jefes cuñaos y derivados.

Un abrazo,

Oihan

PD: Y aquí tienes mi selección de libros para familiares. Si necesitas aclarar algo, contesta a este email.