Gregory House, el médico más brillante y tocapelotas de la televisión, tenía una receta para todo: dolor, cinismo y una —aparentemente bien gestionada— adicción a la vicodina. Nunca lo veíamos en una clínica de rehabilitación, ni en reuniones de Narcóticos Anónimos repitiendo “Hola, soy el doctor House y soy adicto”. No, lo suyo era un cóctel de sarcasmo y genio que mantenía a flote su capacidad para resolver casos imposibles.
Pues ahora imagina que House no fuera un personaje de ficción. Imagina que fuera una persona real, con un intelecto excepcional, atrapada en un ciclo de consumo de drogas y autodestrucción. Pero que en lugar de administrarse vicodina para anestesiar su miseria, se estuviera inyectando heroína y cocaína cuarenta veces al día.
Esa persona existe. Se llama Maia Szalavitz, tiene TDAH y logró recuperarse de su adicción. Vamos, que su vida es un historión.
A los 23 años, Maia tenía todo lo que se supone que te lleva a triunfar: una mente brillante, una educación con las élites y un expediente académico impecable. Pero también tenía una adicción que la llevó a trapichear y a enfrentarse a una posible condena de por vida.
Podría haber dejado las drogas y acabar como tantos otros: una yonqui rehabilitada contando su redención en reels de TikTok.
Pero no.
Maia no solo se recuperó, sino que partió de su propia historia para entender y plantear la adicción de una manera que está sacudiendo los cimientos de la neurociencia de las adicciones.
Lo que ella dice es muy incómodo:
La adicción NO es una enfermedad incurable.
La adicción ES un trastorno del aprendizaje.
Pero, vamos a ver, entonces… ¿la adicción se puede desaprender?
Según ella (y los múltiples estudios científicos que corroboran esta teoría) la adicción es un trastorno del aprendizaje, y eso significa que se puede desaprender. Que las personas no están condenadas a la etiqueta de "enfermo crónico" toda su vida. Que el tratamiento no debería centrarse solo en la abstinencia obligatoria, sino que debería enseñar nuevas formas de gestionar el dolor, la ansiedad y la necesidad de satisfacción inmediata.
(Ojo que eso NO significa que podamos volver a consumir ¿eh?).
La cosa es que lo que dice no es solo una idea revolucionaria. Es ciencia. ¿Quieres pruebas? Están todas en su libro.
Cerebro sano no es el típico libro sobre adicción. No es un panfleto moralista ni un manual de rehabilitación. Es una mezcla de historia personal, neurociencia y evidencia contundente de que llevamos décadas tratando la adicción de la forma equivocada.
Si alguna vez te has preguntado por qué las tasas de recaída son tan altas, por qué el modelo de enfermedad no encaja del todo, o por qué el sistema sigue insistiendo en tratamientos de hace 30 años… este libro es para ti.
Cómpralo, léelo y empieza a cuestionarlo todo.
→ Si eres de los que no tiene tiempo para leer, te paso mis apuntes. Con ellos te quedarás con las ideas más importantes del libro mientras te bebes el café de la mañana.
→ Te los paso solo si compras el libro hoy lunes 17 de febrero. Tienes hasta las 23:59 h
Un abrazo,
Oihan
PD: En mis apuntes, también encontrarás las respuestas a estas 10 preguntas de examen:
¿Qué avances científicos recientes han reforzado la idea de que la adicción es un trastorno del aprendizaje en lugar de una enfermedad crónica?
Si la adicción es un problema de aprendizaje, ¿cómo deberían cambiar los tratamientos actuales para enfocarse más en la neuroplasticidad?
¿Qué papel juegan los traumas infantiles en la vulnerabilidad a la adicción y cómo podríamos intervenir antes de que se desarrolle?
¿Cómo han abordado distintas culturas la neurodiversidad y qué podemos aprender de ellas para mejorar nuestra comprensión y tratamiento de la adicción?
Si la adicción es un problema universal, ¿por qué algunas culturas la manejan mejor que otras sin recurrir a la prohibición?
¿Por qué la sociedad sigue viendo la adicción como una cuestión de falta de voluntad cuando la ciencia demuestra que es un patrón de aprendizaje desadaptativo?
¿Qué dicen las investigaciones actuales sobre la relación entre inteligencia, creatividad y consumo de sustancias?
¿Por qué el mito de la personalidad adictiva sigue vigente en los tratamientos tradicionales si la ciencia lo ha desmentido?
Si la evidencia científica demuestra que el “tocar fondo” no es necesario para la recuperación, ¿por qué los tratamientos tradicionales siguen insistiendo en esta idea?
¿Qué alternativas existen al modelo punitivo para ayudar a las personas con adicciones a cambiar antes de que su vida llegue a un punto crítico?
Lo estoy leyendo, precisamente por el enfoque que indicas que tiene el libro, el de la adicción como aprendizaje, toda nuestra conducta se basa en las leyes del aprendizaje, pero hay un fragmento que me ha chocado mucho y que me hace ser un poco reticente con el resto....
Qué interesante Oihan...pero te matooooooooooo!! Ahora que tenía tan interiorizado que es una enfermedad...zasca! ;) jejejeje
Deseando que llegue para leerlo y seguir aprendiendo. Eskerrik asko, beti.