Firmar libros o lo que se deje

¿Nos tomamos un café?

Cuando era adolescente me colé en la firma de la escritora Zoé Valdés. Me temblaban las manos cuando le dije que quería ser escritor. Ella me miró con una mezcla de ternura y urgencia —había mucha gente esperando—, y me escribió:

“A Oihan, futuro colega. Ánimo.”

Guardé ese libro como si fuera un tesoro hasta que, unos años después, lo perdí en una mudanza.

O quizá se lo presté a alguien que nunca me lo devolvió. Nunca lo sabré.

Solo sé que ese “Ánimo” que dejó escrito Valdés fue suficiente para imaginarme a mí mismo firmando libros en la Feria del Libro de Madrid.

Algo que nunca pasó porque decidí convertirme en editor.

Las firmas tienen algo de rito civil. Como cuando se jura un cargo público pero sin bandera ni Constitución. Lo curioso es que no siempre fue así: en el siglo XIX, muchos escritores solo firmaban para los críticos o para los banqueros. Hoy los y las autoras firman para cualquiera que lleve un libro y algo de inocencia. Aunque la inocencia —como la democracia y la justicia en estos días— es cada vez más escasa.

También hay quien dice que firmar es un acto del ego. Pero de la misma forma lo es tener hijos y ahí seguimos, ¿no?

Este año tres de los autores de Yonki Books estarán firmando en la Feria del Libro de Madrid.

Sin ventilador y en la caseta 37 (haz captura de la siguiente imagen):

Yo estaré las dos próximas semanas en la capital así que, si te apetece, contesta a este email y nos vemos.

Un abrazo,

Oihan

PD1: Del 4 al 7 de junio tendremos un stand en el Congreso de Patología Dual. Entre otros ponentes espectaculares, este año contaremos con David Nutt, autor de este sello.

PD2: Si quieres seguir nuestras peripecias estos días en Madrid, es aquí.