Hace un tiempo, Erik pensaba que él no podía ser autista. A su primo lo habían diagnosticado de niño, y Erik no se parecía a él en absoluto.
O eso creía.
¿Y?
Espera porque si entiendes esta historia, este libro puede desmontarte muchas de las cosas que te has tragado hasta ahora.
Allá va:
Resulta que Erik no solo es autista, también es neurocientífico. Pero un día se hartó. Se hartó de que el autismo se explicara como un déficit. Se hartó de leer papers donde se usaba la palabra “trastorno” como si fuera neutra. Se hartó de que la ciencia hablara sobre la gente, pero nunca con ella. Se hartó tanto que escribió La revolución neurodivergente.
Lo genial es que, en vez de contar una historia de superación personal, lo que ha hecho es desmontar la historia que nos han contado a todos.
¿Sabes por qué decidí incorporarlo al catálogo Yonki?
Porque Erik, además de científico, es un divulgador extraordinario. Capaz de explicarte cómo se construyeron los diagnósticos, cómo se inventó la “locura” gracias a una cámara de fotos y cómo hemos llegado a pensar —¡malditos obtusos!— que mirar al suelo o hablar poco es un síntoma de algo.
Erik, además, habla sobre su propio autismo como quien habla de su miopía. Dejando cristalino que mucho de lo que llamamos “trastorno” es, en realidad, otra forma de estar en el mundo. Creo, como este fabuloso autor, que cuando una sociedad entera no te entiende, el problema no eres tú sino la sociedad.
Puede que incluso la ciencia.
Antes de dejarte con Erik, te doy 6 razones más por las que elegí publicar La revolución neurodivergente:
Porque te cuenta cómo se usó la fotografía en el siglo XIX para encerrar a mujeres que no encajaban.
Porque aparece la historia de una paciente con un pájaro muerto en las manos que te va a remover más que cualquier serie de Netflix.
Porque evidencia que el autismo no es una enfermedad, aunque así lo siga describiendo el manual más utilizado por los psiquiatras.
Porque te explica la verdadera razón por la que han aumentado los diagnósticos de TDAH, altas capacidades y espectro autista en los últimos 20 años (y ojito, porque las causas no son ni las vacunas ni las pantallas).
Porque te enteras de que muchos niños reciben más horas de terapia que un opositor a notarías… y por qué eso no sirve de nada.
Porque descubres por fin qué es la neurodiversidad, por qué te importa aunque no seas neurodivergente y cómo cambiaría todo si la comprendiéramos de verdad.
Si quieres más perlas, es aquí.
Un abrazo,
Oihan
PD1: El prólogo lo firma Autiblog, científica autista y editora de la revista homónima.
PD2: Este libro marca un punto de inflexión en Yonki Books. Ya sabes que nacimos para hablar de adicción sin eufemismos; sin embargo, hoy sé que no podemos hablar de consumo sin hablar de contexto. Igual que no podemos abordar la dependencia sin revisar qué significa adaptarse, quién marca la norma y qué pasa con quienes no encajan. Así que, a partir de ahora, también hablaremos de condiciones distintas, de cerebros que funcionan de otra manera y, sobre todo, de formas no hegemónicas de estar en el mundo.
La revolución neurodivergente entra a formar parte de la colección CONOCIMIENTO. Que, por cierto, te interesará mucho si vienes de la lista de Next Door, porque es divulgación de la buena sobre salud mental pero con auténtico contexto social.
Oihan!! Me encanta la reseña! 💗 Muchísimas gracias por incluir la neurodiversidad en tus títulos, aunque no me cabe duda que "siempre" ha estado ahí presente aunque no se le diera nombre. Espero que la gente se anime a apreciar la belleza de la diversidad humana y se apunte a la REVOLUCIÓN NEURODIVERGENTE.
un abrazo enorme!
💗
No sé ni por dónde empezar. Si por la emoción de ver ya el libro a puntito o por el orgullo que es formar parte del proyecto de la editorial. Resulta difícil siendo una persona autista encontrar un altavoz que te permita expresarte como persona neurodivergente y como científico en igual medida. En cualquier caso, mil gracias Oihan por este espacio que me has dado.